Todos sabemos qué es un influencer, también tenemos una noción del impacto o, como bien dice su nombre, la influencia que tienen sobre otras personas, pero ¿ya habías oído hablar del término “deinfluencing”?
Actualmente, en el contexto del entretenimiento, los influencers tienen bastante influencia y poder sobre su audiencia, quienes en su mayoría pertenecen a la Gen Z. Esto puede ser un factor tanto beneficioso como contraproducente, depende de quién y en qué contexto lo enfrente y eso lo abordaremos en este blog.
Todos conocemos el término “cancelación” y si no, aquí te lo explicamos:
La cultura de cancelación es un nuevo hábito que las personas están creando para expresar su inconformidad hacia algún comentario, pensamiento o acción de una figura pública, empresa, cantante, etc. Consiste básicamente en evidenciar y estropear tu reputación para que pierdas el apoyo parcial o total de la sociedad. Es un “bullying” masivo donde recibes acoso, desaprobación y repudio por todos lados o, simplemente, pierdes seguidores, ya no le importas a la gente y te olvidan eventualmente. Puedes perder trabajos, oportunidades, entre otras cosas (que para algunos han costado toda una carrera).
Ahora bien, adentrémonos al término deinfluencing. Ya que es una forma de “cancelar” algún producto (especialmente de la industria del maquillaje) para mejorar la credibilidad, misma que se ha ido perdiendo con el marketing tradicional. Es importante mencionar que entre la cultura de cancelación y el deinfluencing hay mucha diferencia, mientras uno consiste en denigrar, el otro consiste en informar. Así que NO SON LO MISMO y es importante no confundirlos.
La tarea que los influencers se han tomado al realizar esta práctica es informar a su audiencia sobre qué cosas valen el hype y qué otras cosas no, esto puede ser perjudicial, pero a la vez beneficioso si sabes actuar estratégicamente.
Ante esto, la industria de belleza es la más afectada, pues los influencers tienen, al alcance de 1 tiktok, la posibilidad de disminuir las ventas de un producto por el simple hecho de que no cumple con sus expectativas. Esto tiene que ver con el poder de los influencers y el poder de la opinión pública…, ya que no es novedad escuchar que los influencers tienen más credibilidad que los medios de comunicación.
Es importante mencionar que esta tendencia va de la mano con la sustentabilidad, pues uno de sus intereses es reducir el consumismo que existe en el mundo. Esto, como ya lo mencionamos, puede ser tan beneficioso o perjudicial según lo aproveches, así que si tienes un negocio, puedes ver esto como una nueva oportunidad.
Si bien es cierto, las investigaciones de mercado no son convenientes cuando no se cuenta con recursos, pero imagina poder tener una investigación completamente gratis gracias al deinfluencing. Es evidente que como marca, esta tendencia te puede afectar, pero como espectador puedes aprovechar, sacar ventaja de la situación y encaminar una estrategia efectiva de ventas.
- Analiza y conoce la percepción del público meta
- Identifica tus puntos de mejora
- Plantea nuevos objetivos o mejora los que tienes
- Mejora tu producto
- Detecta prospectos potenciales para colaborar
En conclusión, los influencers tienen un poder significativo en la opinión pública y en las ventas de un producto con su recomendación o crítica. Si bien puede ser perjudicial para las marcas, también puede ser una oportunidad para mejorar la calidad de los productos y aprovechar estratégicamente la opinión del público. ¿Te animas a ver el deinfluencing como una oportunidad?